viernes, 15 de febrero de 2013

Virtudes Teologales


De las Virtudes Teologales

Son tres:
1.- Fe.- (del Latín Fides) Confianza, buen concepto que se tiene de una persona o cosa. Virtud que es luz y conocimiento sobrenatural con que sin ver creemos lo que Dios dice  y la Iglesia nos propone.

2.- Esperanza.- (de esperar, a su vez del Latín Esperäre). Estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos. Virtud por la que esperamos en Dios con firmeza que nos dará los bienes que nos ha prometido.

3.- Caridad.- (del Latín Carïtas, -ätis). Virtud que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al próximo como a nosotros mismos.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Virtudes Cardinales


De las Virtudes Cardinales

Las Virtudes Cardinales son cuatro:
1.- Prudencia.- (del Latín Prudentïa) Virtud consistente en  discernir  y distinguir  lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello.

2.- Justicia.- (del Latín iustitïa) Virtud que inclina a dar a cada uno lo que le pertenece. Atributo de Dios por el cual arregla todas las cosas en número, peso o medida. Entendiéndose ordinariamente por la divina disposición con que castiga las culpas.

3.- Fortaleza (del Latín fortalitia, éste a su vez del Latín Fortis, que significa Fuerte) Fuerza y Vigor. Virtud Cardinal que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad.

4.- Templanza (del Latín Temperantia). Virtud que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.

lunes, 11 de febrero de 2013

Siete Dones del Espiritu Santo

De los siete Dones del Espíritu Santo   


Los dones del  Espíritu Santo, son:
  
1.- Sabiduría.- (de Sabidor, a su vez de Sabedor, a su vez de Saber, del Latín Sapëre). Conducta prudente en la vida  y/o en los negocios. Conocimiento profundo en ciencias, letras y/o artes.

2.- Entendimiento.- (de entender, del Latín intendere que significa dirigir aplicar)  Potencia del Alma, en virtud de la cual concibe las cosas, las compara, las juzga e induce y deduce otras de las que ya conoce.

3.- Consejo.- (del Latín Consilïum) Parecer o dictamen que se da o toma  para hacer o no hacer una cosa.

4.- Fortaleza.- (del Latín fortalitia, éste a su vez del Latín Fortis, que significa Fuerte) Fuerza y Vigor. Virtud Cardinal que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad.

5.- Ciencia.- (del Latín Scientïa, de Sciens, que significa Instruido, Ciente) Conocimiento cierto de las cosas por sus  principios y causas

6.- Piedad.- (del Latín Piétas, -ätis). Virtud que inspira por el amor a Dios tierna devoción a las cosas santas; y por el amor al próximo, actos de abnegación y compasión. Amor entrañable que consagramos a los  padres y a objetos venerados.

7.- Temor de Dios.- (del Latín Timor, -öris) Pasión del ánimo, que hace huir o rehusar las cosas que se consideran dañosas, arriesgadas o peligrosas. Temor de Dios.- “Miedo” reverencial y respetuoso que nos hace rehusar las cosas que se consideran dañosas por respeto a Dios y por respeto a nosotros mismos. Es saber que no debemos hacer tal o cual acción.
Los dones del Espíritu Santo, nos aprovechan para hacernos obedientes a sus Divinas inspiraciones  y para entender bien sus verdades, para saber concertar el Alma con Dios y consigo misma, y para rendirnos al amor del Espíritu Santo; porque el oficio de las Virtudes, es rendirnos a la razón.    

lunes, 4 de febrero de 2013

Siete Virtudes


Las virtudes contra estos siete pecados, enemigos del Alma cuando en alguno se cayere, es la debida prontitud a quitarlo con presteza, con frecuencia de Sacramentos y verdadera Contrición.

Las virtudes son:
Contra la Soberbia – la Humildad.
Contra la Avaricia – la Generosidad
Contra la Lujuria   – la Castidad
Contra la Ira          – la Paciencia
Contra la Gula      – la Templanza.
Contra la Envidia – la Caridad
Contra la Pereza   – la Diligencia

Significado de las virtudes.
1.- Humildad.- (del Latín Humilitas, -ätis) Virtud cristiana que consiste en el conocimiento de nuestra condición, y en obrar conforme a El. Poner y/o tener los pies en la tierra. Ser sencillo. SER.
Nota.- Humilde no significa ser pobre, espiritual y/o materialmente, ni carecer de dinero.

2.- Generosidad.- (del Latín Generositas, -ätis). Nobleza heredada de los mayores. Inclinación o propensión del ánimo a anteponer el decoro a la utilidad y al interés.  .

3.- Castidad.- (del Latín Castïtas, -ätis). Virtud que se opone a los afectos carnales.

4.- Paciencia.- (del Latín Patientia). Virtud que consiste en sufrir sin perturbación del ánimo, los infortunios y trabajos. Espera y sosiego en las cosas que se desean mucho.

5.- Templanza.- (del Latín Temperantia). Virtud Cardinal que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.

6.- Caridad.- (del Latín Carïtas, -ätis). Virtud que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al próximo como a nosotros mismos.

7.- Diligencia.- (del Latín Diligentïa). Cuidado y actividad en ejecutar una cosa. Prontitud, agilidad, prisa. Hacer uno las diligencias de cristiano.- cumplir con la Iglesia, confesando y comulgando en Pascua o cuando se dispone para morir.

viernes, 1 de febrero de 2013

Siete Vicios Mortales


Declaración de los siete vicios mortales  
Que son cabezas y origen de cuantos pecados se hacen

1.- Soberbia.- (del Latín Superbïa). Apetito desordenado de ser preferido a otros. Que es una vanagloria, con presunción desvanecida, que menospreciando al prójimo, se quiere hacer absoluto y superior a los que no son sus súbditos, atribuyéndose a si mismo sus gracias, su saber, su tener y su fortuna, no mirando que Dios es el que se la da y no le es agradecido, que le ha premiado a él mas que a otros, que lo merecían mas.

2.- Avaricia.- (del Latín Avaritïa). Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. Que es el no socorrer al prójimo en la extrema necesidad de los bienes, que Dios le da y no dejar gozar a otros, lo que por si no puede o debe gozar y queriendo con ambición y anhelo, que todo le sobre, haciendo falta a otros.

3.- Lujuria.- (del Latín Luxuria). Vicio que consiste en el uso ilícito o apetito desordenado de los deleites carnales. Que es cuando tiene pensamientos, deseos, obras y deleites carnales, excepto el uso del Matrimonio.

4.- Ira.- (del Latín Ira). Pasión del Alma , que mueve a indignación y enojo. Que es reprehender o castigar con antojo y sin caridad, de modo que cause daño grave.

5.- Gula.- (del Latín Gula). Exceso en la comida o bebida. Que es comer y beber sin gana, mas de lo necesario; de suerte que cause daño grave al cuerpo.

6.- Envidia.- (del Latín Invidïa). Tristeza o pesar del bien ajeno. Que es tener pesar de los bienes que tiene o goza el prójimo, deseándole mal grave en ellos.

7.- Pereza.- (del Latín Pigritïa). Negligencia, tedio o descuido en las cosas a que estamos obligados. Que es tener tibieza o estar remiso en no hacer con presteza cosas, que sean del servicio de Dios, que le importen para salvarse o tenerla en las cosas, que precisamente son necesarias a su casa y familia, dándoles motivo a pecar, para buscarlo o tenerlo.

domingo, 27 de enero de 2013

Enemigos del Alma

Enemigos del Alma 


Los enemigos del Alma, no la pueden forzar, sino – solamente - inclinarla a mal, con sugestiones de pensamientos y ocasiones, para que inducida del deleite, consienta libremente. Dichos enemigos son:

1.- Mundo.- (del Latín Mundus) En sentido ascético y moral, uno de los enemigos del alma, que son las delicias, pompas y vanidades terrenas, que nos apartan de la Ley de Dios.

2.- Demonio.- (del Latín Daemonium y éste, derivado del griego). diablo. Genio o ser sobre natural entre los gentiles

3.- Carne.- (del Latín Caro, Carnis). Uno de los enemigos del alma, que inclina a la sensualidad y la lascivia.  

miércoles, 23 de enero de 2013

Obras Espirituales


Las Obras Espirituales son:
1.- Consolar al triste.
2.- Corregir al que yerra.
3.- Dar buen consejo al que lo necesita.
4.- Enseñar al que no sabe.  
5.- Perdonar las injurias.
6.- Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.
7.- Sufrir con paciencia los defectos de nuestros prójimos.

lunes, 21 de enero de 2013

Obras de Misericordia


De las Obras de Misericordia    

Las Obras de Misericordia, salen de los Mandamientos y obligan en las necesidades graves el hacerlo. Son de dos tipos, Espirituales y Corporales.
Las Obras Espirituales son mas meritorias que las Corporales y la mayor necesidad las hace mas obligatorias. 

Las Obras Corporales son:
1.- Dar de beber al sediento.    
2.- Dar de comer al hambriento.
3.- Dar posada al peregrino. 
4.- Enterrar a los muertos.
5.- Socorrer a los presos.
6.- Vestir al desnudo.
7.- Visitar a los enfermos.

viernes, 18 de enero de 2013

Bienaventuranzas


De las Bienaventuranzas

Son las ocho siguientes:
1.- Bienaventurados los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reyno de los Cielos.
2.- Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
3.- Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
4.- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
5.- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
6.- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
7.- Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
8.- Bienaventurados los que padecen persecución, porque de ellos es el Reyno de los Cielos.

miércoles, 16 de enero de 2013

Siete Sacramentos de la Iglesia


Declaración de los siete Sacramentos de la Iglesia

Dichos Sacramentos los instituyó Cristo para medicina del Alma y para darnos - por señales exteriores – la gracia interior, aplicándonos los méritos de su Pasión; reengrandándonos Espiritualmente, para quitar los pecados y darnos las señales de Cristiano y armas para defendernos y el orden que debemos para juntar nuestras obras con las suyas para que les de valor, por medio de sus Sacramentos y nos haga uno con El, como hace en el Bautismo que quita el pecado original y da la primera gracia.
Ellos son los que a continuación se mencionan:  

1.- Bautismo.- (de baptismo). Primer sacramento de la Iglesia con el cual se nos da el ser de gracia y el carácter de cristianos.

2.- Confirmación.- (del Latín confirmatïo, -önis). Sacramento por el cual el que ha recibido la Fe del Santo bautismo se confirma y corrobora en ella.

3.- Eucaristía.- (del Latín eucharistïa y este de dos voces griegas que significan bien, y dar gracias). Sacramento instituido por Jesucristo, mediante el cual por las palabras  que el sacerdote pronuncia, se transubstancian el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo.

4.- Penitencia.- (del Latín paeniténtia). Sacramento por el cual, por la absolución del sacerdote, se perdonan los pecados cometidos después del Bautismo al que los confiesa con el dolor, propósito de la enmienda y demás circunstancias debidas.
Virtud de dolor de haber pecado y el propósito  de no pecar más.
Serie de ejercicios penosos con que uno procura la mortificación de sus pasiones y sentidos  para satisfacer a la justicia divina.
Pena que impone el confesor al penitente para satisfacción del pecado o para preservación de el  y ésta se llama medicinal y es parte integral del Sacramento.

5.- Unción de los enfermos.-  (del Latín unctïo, önis. infirmórum). Acción de ungir a un enfermo, es decir  signar a un enfermo  con óleo sagrado, para denotar el carácter de su dignidad  o para la recepción de un sacramento.

6.- Orden sacerdotal.- (del Latín ordo, ïnis). Sacramento por el cual son instituidos los Sacerdotes y los Ministros del Culto.

7.- Matrimonio.- (del Latín matrimonïum). Unión perpetua de un hombre y una mujer, con arreglo a derecho. Sacramento – propio de legos (que no tienen ordenes clericales) - por el cual, hombre y mujer se ligan perpetuamente con arreglo a las prescripciones de la Iglesia

martes, 15 de enero de 2013

Los mandamientos de la Iglesia


Declaración de los cinco Mandamientos de la Iglesia

Los Mandamientos de la Iglesia son una explicación de los Divinos, para la Congregación de los Fieles, regida por Cristo y su Vicario el Papa, a quienes debemos obediencia; que debemos hacer sacrificio al Padre Eterno en la Misa, ofreciendo a su Hijo su vida  y muerte. Debemos mortificar la carne, reconciliarnos y unirnos con Dios; reconocer que de El  recibimos todos los bienes guardando sus Preceptos y ofreciéndole lo mismo que El nos da.    
Ellos son los que a continuación se mencionan:

1.- Oír Misa entera los Domingos y fiestas de guardar.  
2.- Confesar los pecados mortales al menos una vez al año y/o en peligro de muerte y/o se ha de comulgar. 
3.- Comulgar por lo menos una vez al año.
4.- Ayunar y hacer abstinencia cuando lo manda la Iglesia. 
5.- Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.    

Los diez mandamientos

Declaración de los Mandamientos de la Ley de Dios

Catecismo

Primer Mandamiento
Amar a Dios sobre todas las cosas.

Amar a Dios, es cumplir sus Mandamientos y adorarle a El solo, como a Dios con Fe, Esperanza y Caridad; porque la prueba de amarle, es cumplir su voluntad y reverenciarle con el cuerpo y con el Alma y querer antes, perder todas las cosas, que ofenderle

Peca mortalmente contra el Primer Mandamiento,
Quien no siente y tiene por bueno cuanto ordena y manda y obedece  como Católico Cristiano.
Quien duda o niega algún artículo de Fe.
Quien adora ídolos, cree sectas falsas, sueños, agüeros, supersticiones de suertes, valiéndose de hechicerías, entendiendo saber o alcanzar o conseguir algo por éste medio.
Quien trae consigo nóminas, caracteres u oraciones  condicionales, fuera de lineamiento, entendiendo librarse de algunos peligros en que se meta u otro mal fin.
Quien apoya después de lee libros trasgresores.
Quien trata mal de palabras u obras a los Sacerdotes o estos a los feligreses.
Quien ve u oye alguna cosa contra la Fe y no la defiende y da cuenta.
Quien no sabe los Misterios de Nuestra Santa Fe, que son necesarios para salvarse.
Quien no enseña ésta Doctrina a gente a su cargo, si lo ignoran.
Quien desespera de alcanzar el perdón de sus pecados y de la misericordia de Dios.
Quien guarda la enmienda durante su vida y la penitencia para la vejez.

En resumen los pecados contra éste Mandamiento son aquéllos que van en contra de las virtudes de la Fe, la Esperanza y la Caridad.

Segundo Mandamiento
No jurar el nombre de Dios en vano

Es honrar el Santo nombre de Dios; no ocultar nuestra Fe; cumplir los votos (incluido el defender lo que Dios nos ha dado en custodia) y juramentos; respetar al prójimo y darnos a respetar, estudiar la religión; cuidar los objetos de culto.

Peca mortalmente contra el segundo Mandamiento, que es no jurar.
Quien dice blasfemias  contra Dios y sus Santos.
Quien jura con mentira, aunque sea muy  leve y ligera.
Quien jura de vengarse o de no restituir.
Quien jura con mentira, siendo examinado por la Justicia.
Quien jura de hacer una cosa buena y no la cumple.
Quien jura de hacer alguna cosa mala.
Quien jura o protesta  de hacer fielmente su oficio y no lo cumple. Incluidos los gobernantes que no cumplen la función pública para la que fueron votados, así como también los Guías Espirituales que no cumplen su función.
Quien jura falsos e ilicitos.

Para que sea licito el juramento y - a la vez - acto de Religión, ha de cumplir tres cualidades. Que son:
Justicia, Verdad  y Necesidad.

Tercer Mandamiento
Santificar las fiestas.

Es dar culto a Dios  asistiendo a los actos correspondientes todos los Domingos, aunado a los días 12 y 25 de Diciembre y el día 1 de Enero; además de descansar del trabajo manual en los citados días.

Peca mortalmente contra el Tercer Mandamiento, que es Santificar las Fiestas.
Quien en los Domingos y Fiestas que guarda la Iglesia, trabaja  o hace trabajar  a otros, siendo el trabajo considerable, sin gran causa o necesidad.
Quien no oye Misa o es causa de que otros no la oigan.
Quien no confiesa y comulga cuando es ordenado, cada año, o cuando está en peligro de muerte.    
Quien no ayuna, teniendo edad, si no tiene necesidad que lo impida.
Quien en día de Abstinencia come carne sin causa bastante.
Quien a la familia de su cargo no les manda guardar estos Preceptos.
Quien con galanteos y señas causa inquietud, escándalo y mal ejemplo, profanando la Casa de Dios.

Causas que autorizan trabajar.
Dispensa de autoridades correspondientes.
Costumbre, tales como el Mercado, manejar, etc.
Necesidad pública, tales como arreglar camino, carretera, trabajo de Juzgado o Tribunas, así como de oficina pública o privada, por el cúmulo de trabajo.

Cuarto Mandamiento
Honrar a tu Padre y a tu Madre

Es honrar, respetar, obedecer y amar a tus Padres tanto de palabra como en obra así como también ayudarlos en sus necesidades, tanto Espirituales como materiales.
En esto también está incluido el obedecer el Mandato y Bando del buen gobierno de las Autoridades Civiles en bien del País, así como escuchar y obedecer el llamado del bienestar de la Patria, incluida su defensa.

Peca mortalmente contra el cuarto Mandamiento, que es honrar a sus Padres.
Quien no obedece a su Papá y/o su Mamá en cosas licitas y para bien del Crío mismo.
Quien no obedece a sus Maestros y/o superiores en cosas lícitas.
Quien trata a otros afrentosamente con palabras y obras.
Quien sabiendo que varias familias dependen de él, no cuida de su sustento, ni les da lo necesario; porque los pecados que hicieren – los dependientes – para buscarlo, son efectos de su primera causa.
Quien a los de su cargo nos los corrige de sus malos vicios.
Quien les fuerza a tomar estado contra su voluntad de Religión o Matrimonio, demás de estar excomulgado.

La prosperidad material no puede concebirse ni asegurarse si no tiene bases y realidades Espirituales. La vida Religiosa de nuestra Patria es importante para que las Instituciones estén en armonía con sus creencias Religiosas.

Quinto Mandamiento
No matarás

Propiamente nos indica que nos amemos los unos a los otros, es decir no hacer a otros lo que no queremos que nos hagan a nosotros; ya que bajo éste Mandamiento no debemos ni podemos privar de la vida a un semejante, herir, golpear, insultar, dañar o desear algún mal en su cuerpo al prójimo, ya sea que lo haga personalmente o por medio de  otras personas; recuérdese que a toda acción corresponde una reacción. Además es prohibido e ilícito cometer escándalo, es decir levantar falso testimonio o calumnia  al prójimo por lo que las palabras o acciones  malas se puedan convertir para el mismo en ocasión de caer. Esto último es la antigüa frase: una mentira repetida mil veces se convierte en verdadera; lo cual es falso totalmente, aunque la mentira tiene alas y vuela, la Verdad llega a final de cuentas.
Recuérdese que la Mentira dura hasta que la Verdad llega. O la verdad padece mas nunca perece.

Peca mortalmente  contra el quinto Mandamiento, que es no matar.
Quien quita la vida a su próximo.
Quien desea o procura daño grave  - en la hacienda (economía), honra y/o vida  - a su próximo.
Quien se alaba de haberlo hecho. Aún siendo mentira o verdad.
Quien se alegra del mal de otro(s).
Quien se entristece del bien ajeno, por mala voluntad.
Quien mete cismas que causen discordias ; porque los pecados que aquí se originan, son originados de la primera causa.
Quien tiene odio a su próximo, deseándole mal o vengarse de él.
Quien desea que la Justicia  castigue con la afrenta a quien ofendió; si lo hace por vengarse y no por el bien común y servicio de Dios.
Quien incita a venganzas
Quien por maldad es causa de aborto.
Quien teniendo posibilidad, no socorre la extrema necesidad.
Quien se pone a riesgo y contingencia  de perder la Vida, que es parte de ligereza de sentido, parte de irresponsabilidad o parte de Soberbia y/o Desesperación; si no es con grande causa.
Quien da consejo con mala intención.

Cuando somos víctimas de un injusto agresor, y en ello nos va la vida, es autorizado matar al citado para defender nuestra vida o la del próximo o bien defender un bien de gran importancia. La defensa debe ser proporcionada a la agresión. No se puede ni debe matar al agresor cuando la agresión se puede rechazar de otra manera.
Los pecados contra éste Mandamiento, son:
Suicidio, homicidio, violencia, discordia, riña, gula, embriaguez, drogadicción, escándalo, lesiones; el descuido propio incluyendo la propia salud y/o las desviaciones sexuales.



Sexto Mandamiento
No Fornicar, que es no cometer actos impuros

Nos manda vivir  la Virtud de la Castidad y/o de la Santa Pureza.
La Virtud de la Castidad es un hábito que lleva a abstenernos de los placeres carnales de acuerdo a nuestro estado sea que estemos  Soltero, casado o viudo. Es lo que enseña la Razón y la Fe.
Medios que nos facilitan el vivir en Castidad:
Controlar la Mente. Rezar mucho, confesarse, evitar la ociosidad, (estar ocupado, física y mentalmente), evitar la impureza, hacer sacrificios, bebiendo y comiendo con templanza, hacer Penitencia (como ejercicio físico). Evitar ver películas y revistas pornográficas.
Existen formulas religiosas que nos ayudan a lograr lo indicado líneas arriba.

Peca mortalmente contra el Sexto Mandamiento, que es no fornicar.
Quien procura pensamientos, palabras y obras en deleite lascivo y cosas deshonestas, excepto en el Amor  del Matrimonio.
Quien induce a que otros lo hagan.
Quien al acto, sea en lo licito o ilícito, impide el fruto de la generación.
Quien abusa de otra persona – sexualmente – cuando el (la) agredido(a)  se encuentra en estado inconciente (debido a alguna droga, anestesia, alcohol, etc)  o su estado mental no es normal.
Quien abusa de otra persona – sexualmente – del mismo sexo cuando el agredido se encuentra en estado inconciente (debido a alguna droga, anestesia, alcohol, etc) o su estado mental no es normal.
Quien o quienes abusan de otro ser – sexualmente – para con animales cuando el agredido y/o el animal  se encuentra en estado  inconveniente o inconciente o el estado mental de cualquiera o de ambos no es normal.

Los pecados contra éste Mandamiento son:
Fornicación, adulterio, incesto, pedofilia y prostitución.
Masturbación, onanismo, lesbianismo y homosexualidad (tanto quienes la hacen de “hombre” como quienes la hacen de “mujer”), bestialidad.
Conversaciones impuras, manifestaciones de afecto apasionadas, lectura de libros, revistas, películas y/o espectáculos pornográficos, bailes indecentes, perversas miradas y modas provocativas.

Séptimo Mandamiento
No hurtar (no robar)

Este mandamiento nos induce a respetar los bienes ajenos y vivir en justicia referente a la propiedad del próximo.
No tomar ni retener injustamente lo ajeno, ni causar daño al próximo en sus bienes: automóvil, casa dinero, ropa, utensilios, etc.

Peca mortalmente contra el Séptimo Mandamiento, que es: no hurtar.
Quien toma o detiene los bienes ajenos contra la voluntad del dueño.
Quien maliciosamente o por placer,  no paga lo que debe, de modo que hace perjuicio.
Quien encubre hurtos.
Quien induce a ellos.
Quien con logro presta o socorre la extrema necesidad del próximo.
Quien engaña con apariencias de verdad.
Quien por su consejo o voto injusto, quita el derecho a quien le pertenece.

En resumen, las violaciones a éste concepto son:
El robo, la rapiña, el fraude y la usura.
El perjudicar a otros en sus propiedades.
El no pagar las deudas contraídas, por placer o por gusto o por maldad, arguyendo que: “ladrón que roba a ladrón” o “al fin tiene mucho dinero”, causando el daño y la correspondiente desgracia al prestador quien – de buena Fe - confió en el deudor.
Echar a perder las cosas encomendadas, no pagar los salarios debidos, no trabajar conforme a los contratos, vender mercancía deteriorada, ayudar a los ladrones, comprar o vender cosas robadas.

Octavo Mandamiento
No levantar falso testimonio ni mentiras

Nos manda decir siempre la verdad, bajo cualquier circunstancia así como defenderla. Por lo mismo nos induce a no mentir de forma alguna.
Las llamadas mentiras piadosas o mentiras blancas son pecados veniales.
Las mentiras que dañan al próximo en grave materia son pecados mortales.

Peca mortalmente contra el Octavo Mandamiento, que es no levantar falso testimonio.
Quien dice contra su próximo lo que no es verdad, en cosas graves.
Quien descubre lo que le han dicho bajo el secreto natural, en cosas graves.
Quien descubre faltas ajenas, para quitar estimación y crédito.
Quien pregunta y desea saber faltas ajenas, con mala intención.
Quien a sabiendas defiende lo malo, aplaudiéndolo como bueno.
Quien conociendo la verdad, la contradice, es contra el Espíritu Santo; porque es levantar falso testimonio a la verdad, que es hija de Dios.

Cuando una persona calumnia, miente o murmura tiene la obligación y el deber de restituir de palabra o por escrito.
La sinceridad consiste siempre en decir la verdad por palabra o por escrito. Hay que ser sincero con Dios, con el próximo y con nosotros mismos, en pensamiento, palabra y obra.

Noveno Mandamiento
No desearás la mujer de tu próximo

No debemos consentir pensamientos ni deseos impuros. No desear la mujer ajena. Debemos ser castos en mente y en los afectos. Cuando casados, ser fiel a su conyugue.
Peca mortalmente contra el Noveno Mandamiento, que es no desear la mujer de tu próximo.
Quien desea o tiene propósito de gozar mujer ajena.
Quien por su medio lo consiguen otros.
Son pecados los malos pensamientos:
Sea representando imaginariamente un acto pecaminoso como si se estuviera realizando.
Sea pensando en un acto malo con ánimo de cometerlo.
Recordando actos impuros, complaciéndose en la acción mala ya realizada por el actor o por otros.
Sea el deseo de cometer adulterio.

El matrimonio debe ser cumpliendo tanto las leyes del País como los preceptos religiosos Matrimonio por lo Civil y Matrimonio Religioso, tal y como dijo JesuChristo “dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.  


Décimo Mandamiento
No desear los bienes ajenos

Nos manda usar los bienes materiales como medios para vivir y cumplir los planes de Dios; no como objetivo de nuestra existencia.
Nos indica emplear correctamente y con sobriedad todo lo que Dios nos ha dado, sin apegamientos ni avaricia, sin cotos de poder, ni autoalabanzas.

Peca mortalmente contra el Décimo Mandamiento, que es no desear los bienes ajenos.
Quien por mal camino desea quitar, quiere quitar y quita los bienes ajenos.
Quien con envidia, le pesa de los bienes y hacienda  que otros gozan.

Puede decirse en resumen que los pecados contra éste Mandamiento son:
La envidia, al entristecerse por ver el bien ajeno.
La envidia, al enojarse por las cualidades del bien ajeno
Desear al próximo graves daños en sus propiedades.
El afán desbordado de poseer bienes materiales, por cualquier medio ilegal con la idea de que en un momento dado pagara sus culpas a través de alguna organización bienechora.
Ese afán desbordado conlleva al fraude, a la violencia y al asesinato, se le da demasiada importancia al dinero y por ende se dificulta el acercamiento a Dios. No podrá estar con el Creador, quien(es) utiliza(n) éstos métodos.

Estos son los Pecados Capitales, que debajo de cada uno de ellos, se comprenden otros de la misma especie, de los cuales el Cristiano ha de huir y evitar, para no perder la gracia de Dios que se conseguirá, no viviendo desordenadamente y no queriendo, ni deseando para el prójimo, lo que no quiere, no desea para si, que es regla de ley natural y lo que ayuda para guardar estos Mandamientos, es la Oración, la lección Santa y frecuencia de Sacramentos y lo que daña, es costumbre y ocasiones malas; sobra de confianzas, sin obras.

Indulgencias de la Iglesia


De las Indulgencias de la Iglesia  

Las Indulgencias que el Papa concede a los Fieles, son tomadas del Tesoro de la Iglesia, en donde están los méritos de las penas de Cristo, de sus Santos, limosnas, Oraciones y buenas obras, que se hacen sin ofrecerlas y si las ganamos es para descuento de las penas debidas por nuestras y no las ganamos, sino estando en gracia; pero si lo ofrecemos por las Animas, ellas las ganarán aunque en pecado estemos.